El Síndrome de Down consiste en una alteración genética que se produce por una anormalidad en los cromosomas, en concreto al par 21, que aparece con un cromosoma adicional, dando lugar a una trisomía del par 21.
Entre varias características, las personas con Síndrome de Down presentan una discapacidad intelectual que afecta a la adquisición y desarrollo del lenguaje. El tratamiento logopédico en estos casos en de gran importancia desde el momento del nacimiento hasta la edad adulta.
¿Qué tipo de problemas pueden tener?
- Problemas articulatorios. Debido a las características anatómicas que presentan, como protusión e hipotonía lingual, falta de tono muscular en labios y carrillos, paladar ojival (alto y estrecho) y en general, costumbre de tener la boca abierta, provocan que el lenguaje en muchas ocasiones no sea inteligible.
- Dificultades respiratorias. Tienden a tener respiración oral, por lo que también afecta a la producción del lenguaje.
- Pueden tener déficits de tipo auditivo. Estas personas tienden a presentar numerosas otitis de repetición.
- Debido a que presentan un subdesarrollo en la memoria a corto plazo, puede existir retraso en la adquisición de vocabulario, y como consecuencia un lenguaje pobre en la producción de frases.
¿Cómo trabajará el logopeda con estas personas?
- En los aspectos oro-faciales para que consiga una articulación fluida y se adquieran patrones correctos de movimiento.
- En la estimulación auditiva, para que se discriminen correctamente ruidos, voces y sonidos.
- En todos los componentes del lenguaje (fonética y fonología, semántica, morfo-sintaxis y pragmática). Será muy necesario este aspecto, tanto por la articulación, la ampliación de vocabulario, el incremento en la longitud de estructuras gramaticales y en el uso correcto del discurso en diferentes contextos.
La intervención no sólo será necesaria en el niño o persona con síndrome de Down, sino que también es muy importante contar con el apoyo e implicación de los familiares en este proceso, puesto que deben promover y motivar al niño mediante la participación diaria.