Clínica Bartolomé Puerta

Cuando el cáncer llama a tu puerta

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2017 los nuevos casos estimados de cáncer en España fueron 228.482 y para 2035 se estima que habrá 315.413 nuevos casos de cáncer.

Cuando llega un diagnóstico de cáncer a una familia siempre es una noticia inesperada, se comienzan pruebas, tratamientos médicos, cirugías y todo ello conllevará incertidumbres y miedos. No sólo tenemos mamas, pulmones, riñones, próstata… También somos emociones, pensamientos y sueños.

El proceso oncológico NO es un proceso lineal y desde que el tratamiento se enfoca de manera multidisciplinar se cuenta con más herramientas para alcanzar el éxito. El cáncer no sólo afecta al cuerpo físicamente, sino que también cambia y modifica tu esfera emocional y en algunos casos es necesario recurrir al Psicooncólogo, un servicio que también os ofrecemos en la clínica Bartolomé Puerta de Jaén.

Existen distintas fases en las que tanto el paciente como los familiares puedan necesitar ayuda. Son éstas unas de las principales funciones de un Psicooncólogo:

– Fase prediagnóstico: Gran variedad de síntomas sin conocimiento de la causa. Presentan un alto nivel de ansiedad debido a la incertidumbre del diagnóstico, a la sensación de falta de control, un ambiente desconocido.

Intervención: Manejo del estrés, técnicas de relajación y búsqueda de apoyos sociales.

– Fase diagnóstica: Estado de shock, el paciente percibe amenazada su estabilidad física y emocional.

Intervención: Desahogo emocional, ayuda al paciente y a la familia a la adaptación a la enfermedad.

– Fase de tratamiento: El paciente se somete al tratamiento más adecuado según su patología. Esto conlleva a presentar diversos temores relacionados con los efectos secundarios del tratamiento, al efecto de los mismos y al futuro.

Intervención: Psicoeducación, resolución de problemas, técnicas para afrontar los efectos secundarios.

– Fase de remisión: Es aquella en la que hay ausencia de enfermedad oncológica. El paciente se reincorpora a su vida cotidiana, readaptándose a la nueva situación.

Intervención: Ayudar al paciente y a los familiares a la readaptación a la vida diaria, con todos los cambios que ha provocado la enfermedad.

– Fase de recaída: Es en la que se presenta más miedo a la muerte, sentimiento de culpa, fracaso y enfado.

Intervención: Afrontar la recaída con el menor daño emocional posible.

– Fase terminal: En la que se presentan últimas voluntades, despedidas, disminuir el riesgo de duelos patológicos en los familiares.

Cuando no sabemos o no podemos afrontar una situación difícil es de valientes pedir ayuda, somos profesionales especializados y estamos para mejorar el bienestar tuyo y de tus familiares.

¡Consúltanos!

 

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